Innovación y emprendimiento en México: retos y oportunidades

La innovación es un proceso que requiere enormes esfuerzos económicos, científicos y tecnológicos. Toma años, incluso décadas, y nada garantiza llegar a la meta. Sin embargo, es la única forma de construir un estado capaz de salir del subdesarrollo.

México ha estado haciendo esta apuesta. Poco a poco, ha buscado posicionarse como un país en el que la creatividad, el ingenio y el pensamiento crítico dominan la economía. No somos manufactura, somos diseño. No somos el producto, somos la idea de la cual surgió el producto. Es decir, somos dueños de la idea.

El organismo responsable de reconocer legalmente la propiedad de una idea es el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que lo hace mediante la concesión de patentes. Su estrategia para impulsar la innovación se refleja en un objetivo medible: incrementar el número de patentes otorgadas. Solo en 2024, esta cifra creció 20.70% respecto a 2023. Sin embargo, para consolidar este avance, la estrategia nacional debe incorporar un componente indispensable: el fomento decidido al emprendimiento.

Esto se refleja claramente en el caso de Singapur. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en 2024 los países más innovadores fueron Suiza, Suecia, Estados Unidos, Singapur y Reino Unido. En 1980, todos ellos tenían un PIB per cápita superior a 10,000 dólares, con una sola excepción: Singapur. Sin embargo, para 2024 este país había superado a todos, excepto a Suiza. Por otro lado, entre 2012 y 2022, el número de registros de propiedad intelectual en Singapur creció 65%, consolidando su transformación en un referente global de innovación.

Este salto tiene muchas explicaciones, pero una es especialmente relevante para el caso de México: el impulso a emprendedores. El sector público ha generado varios mecanismos para concretar este objetivo. Primero, implementó el Technology Incubation Scheme, mediante el cual el gobierno aportaba el 85% de la inversión siempre que un fondo de capital de riesgo contribuyera con el 15% restante. Segundo, el gobierno promovió abiertamente el emprendimiento a través de los medios públicos y las universidades, con el objetivo de transformar la cultura que limitaba su desarrollo. Tercero, Singapur cuenta con un Estado de derecho sólido que protege la propiedad intelectual.

El camino de México hacia la innovación requiere más que cifras crecientes de patentes: demanda una estrategia integral, en la cual la cultura emprendedora sea una de las principales líneas de acción. La experiencia de Singapur demuestra que es posible transformar la estructura productiva de un país cuando el Estado apuesta por sus emprendedores y protege sus ideas. Si México logra articular estos elementos con decisión y continuidad, podrá dejar atrás la dependencia de la manufactura de bajo valor y convertirse en un verdadero generador de conocimiento, tecnología y prosperidad.

Referencias:

El Financiero: https://www.elfinanciero.com.mx/economia/2025/08/15/mexico-logro-700-patentes-en-2024-y-busca-superar-las-mil-este-ano-impi/

OMPI: https://www.wipo.int/pressroom/es/articles/2024/article_0013.html#:~:text=Suiza%2C%20Suecia%2C%20Estados%20Unidos%2C%20Singapur%20y%20Reino%20Unido%20son,debilitamiento%20de%20la%20actividad%20de 

OMPI: https://www.wipo.int/ipstats/es/statistics/country_profile/countries/sg_content.html

Banco Mundial: https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.PCAP.CD?end=2024&start=1960

Harvard Business Review: https://hbr.org/2015/02/how-singapore-became-an-entrepreneurial-hub

Emilia Antúnez

Internacionalista y analista política. Tiene experiencia en desarrollo económico sustentable y análisis financiero.

Le interesa la política comercial, gobernanza económica y el impacto de la tecnología en la toma de decisiones públicas.

Siguiente
Siguiente

El Regreso de la Política Industrial